Creando nuestro mapa base a medida (Servicios en caché)

Los mapas base son una herramienta básica para cualquier usuario GIS ya que proporcionan el marco de visualización ideal sobre el cual podemos superponer el resto de capas operacionales con las que estemos trabajando.

Lo habitual es utilizar los mapas bases ya creados previamente para las distintas plataformas a partir de diversas fuentes de datos, ¿pero que pasa si un cliente nos pide crear su propio mapa base? Con la tecnología de Esri y la cartografía de Here, es posible y nosotros lo hemos hecho.

 

No nos damos cuenta de la cantidad de información que contiene un mapa base hasta que nos vemos en la tesitura de tener que crear uno. Aparte de las carreteras, elemento principal de nuestro  mapa, necesitábamos todo tipo de regiones administrativas (Países, Comunidades Autónomas, Provincias, Ciudades, etc…), usos de suelo (industrial, portuario, aeropuertos, parques nacionales …) puntos de interés, parques, ríos, lagos, líneas de ferry, etc… Es decir, una cantidad enorme de información de lo más diversa.

 

Por suerte, estamos familiarizados con la cartografía de Here y sabíamos que podíamos contar con toda esta información, lo cual no nos libró de un exhaustivo tratamiento de los datos. Tan importante o más que dicho tratamiento es su visualización ya que tenemos que darle a cada elemento la simbología y el etiquetado deseado para cada rango de visualización existente.

 

 

Una vez configurado nuestro mapa es el momento de “cachearlo” y crear nuestro mapa base definitivo para poder disfrutar de las ventajas que ofrece. Cuando se almacena en caché un mapa, el servidor crea una serie de imágenes para las distintas escalas del mismo. Cuando el servidor recibe una solicitud para visualizar el mapa, en lugar de cargar todas las capas que lo componen, lo cual sería muy costoso en cuanto a rendimiento, devuelve estas imágenes creadas previamente.

 

Lo importante llegado a este punto, es contar con la tecnología adecuada. En función del uso que queramos darle al mapa base, existen distintas formas de proceder. Podemos crear un  paquete de teselas (tpk), publicar el servicio en ArcGIS Online , o como hicimos en nuestro caso, publicar el documento de mapa como un servicio alojado en ArcGIS Server.  Es en este paso donde se configura el esquema de la caché.  A la hora de publicar el servicio, podemos elegir que se creé en ese mismo momento el cacheado, algo solo recomendable si se trata de zonas o escalas pequeñas. En nuestro caso, publicamos el servicio y después hemos ido creando la caché poco a poco con la herramienta Import Cache perteneciente a las herramientas específicas de la toolbox de cacheado de ArcGIS Server.  Esta herramienta permite ir cacheando el servicio ya publicado por escalas y/o por zonas de interés. Tendemos a pensar que un mapa cacheado es un servicio estático sin posibilidad de actualización. Sin embargo, con esta herramienta podemos actualizar en cualquier momento las zonas que hayan sufrido cambios.

Si queremos ahorrarnos el largo proceso de cacheado existe una tercera forma de proceder, el cacheado bajo demanda. La cache no se crea hasta que el usuario visita una zona concreta del mapa, creándose automáticamente en ese momento. Como podemos comprobar, existe una solución y una forma de proceder para cada necesidad.

 

En nuestro caso, al tratarse de una amplia extensión la que se quería cachear y una escala bastante grande, el resultado se hizo esperar, pero sin duda mereció la pena.

Contando con los datos y la tecnología adecuada es posible crear mapas bases que cubran cualquier necesidad. Para nosotros ha sido un proceso de aprendizaje enriquecedor, en el cual hemos transformado una serie de datos vectoriales en unas imágenes que muestran de forma visual rápida y precisa una gran cantidad de información.

 

 

Por Sergio Infanzón